
Nuevamente un representante de la patria nos devuelve a la escena del Congreso con un escandalete que los pone de manifiesto. Esto ya no es casualidad, es recurrente. Nuestros políticos son gente autoritaria, antidemocrática, incluso que lindan con el delito: Contratos fantasmas, asesinos de mascotas, entre otras perlas.
El Congreso, así como otras instancias del estado debería ser administradas por personas idoneas, cuyo perfil no sea tan espantoso.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios.