¿Por qué decir estudiante y no alumno?
¿Por qué decir
estudiante y no alumno?
En nuestra intervención trabajamos directa e indirectamente
con los adolescentes de las instituciones focalizadas, de quienes, dependiendo
de las actividades o del lugar o espacio donde estemos nos referimos de diferentes
formas como adolescentes, participantes, estudiantes, alumnos, etc.
Para efectos de la denominación ligada al adolescente que
está dentro del aula, comentaremos los términos: estudiante/alumno. Si bien
aparentemente son sinónimos, es oportuno que nuestras palabras y nuestra forma
de comunicar definan bien hacia donde queremos llegar en nuestra visión de la
educación. Ya que si bien les hemos solicitado que al referirse a los
adolescentes que cursan la educación secundaria sea como estudiantes, y al no
darse de manera permanente u homogénea, vale compartir una breve reflexión al
respecto.
¿Por qué es importante
tener tanta atención a las palabras?
Las palabras definen e imprimen en las personas efectos
duraderos, pueden ayudarnos a abrir oportunidades para procesos mayores o
pueden cerrar oportunidades. Las palabras forman parte de nosotros mismos,
representan nuestras ideas.
“Estudiante es quien se dedica a la aprehensión,
puesta en práctica y lectura de conocimientos sobre alguna ciencia, disciplina
o arte. A diferencia Alumno es un individuo que aprende de
otras personas”[1]
Alumno hace referencia a un seguidor, a un discípulo, a un heredero del
conocimiento de otro, a diferencia de estudiante, quien amplía su espectro, su
visión y se apodera de los medios para aprender.
Estudiante es quien se vincula con un proceso de aprendizaje
y por la búsqueda de nuevos conocimientos. Es decir que por voluntad propia
desarrolla una serie de acciones orientadas a los aprendizajes, estableciendo
una relación horizontal con sus docentes, que a la vez se constituyen en
facilitadores del proceso, dejando de lado la idea del profesor que dicta y
emite información unidireccional.
“Etimológicamente es mejor ser un estudiante que un alumno”[2]
“La palabra estudiante es un participio del presente del
verbo estudiar, es decir, el que estudia… Ahora bien, el verbo studeo, en un principio no significaba
estudiar en el sentido moderno, sino más bien dedicarse con atención a algo,
tener gran gusto por algo, estar deseoso de algo, realizar algo con afán.”[3]
Nosotros buscamos que se formen estudiantes, adolescentes que en un entorno
saludable y apoyado por su familia, la comunidad y los actores de la IE, puedan
desarrollar sus capacidades a gusto, incluso lúdicamente, que no sientan que es
una carga o una obligación.
Alumno está más ligado a la noción de discípulo, porque se
entendía que era alimentado intelectualmente.[4]
No buscamos que los logros de aprendizaje signifiquen una acumulación de
información, o que se coman la información, por el contrario, buscamos con el
acompañamiento a los docentes que se logre desarrollar en los estudiantes
autonomía y pensamiento crítico.
“Un
estudiante es un hombre que tiene fe en que por medio del estudio y de la
ampliación de sus conocimientos va a mejorar y enriquecer su naturaleza humana,
no en cantidad, sino en calidad, va a hacerse más persona, mejor persona y a
cumplir mejor su destino, va a entender mejor los problemas del hombre y el mundo”. [5]
“Si atendemos
al origen de las palabras el alumno es quien, con actitud pasiva recibe el
alimento intelectual por parte del poseedor del mismo y se va llenando de él.
Es usual escuchar la frase de come libros aplicada a un buen alumno,
lo que estaría bien dicho. Si se
aplicara a un buen estudiante, habría que aclararse de qué modo los come ya que el estudiante es quien se compromete
con el saber, lo interroga, lo desea, está motivado hacia el aprendizaje que lo
complete pero poniendo mucho de sí mismo en el proceso, o sea que traga
el contenido pero luego de un profundo proceso de masticación”[6]
Un estudiante logra ser parte de un proceso de enseñanza-aprendizaje, sin dejarse
avasallar totalmente de información, sino que la procesa y la hace útil para su
vida.
“Alumno es la
denominación que puede caracterizar con mayor acierto al sujeto pasivo de la
relación tradicional docente-alumno, donde el rol protagónico lo tenía el
primero. En cambio la pedagogía moderna debe emplear con mayor precisión el
término estudiante para reforzar la idea de que quien incorpora el saber debe
hacerlo motivado, guiado por el docente, pero con un gran aporte de sí mismo.”[7]
Un estudiante es una persona 'que estudia',
independientemente de si es autodidacta o si tiene un profesor, mientras que un alumno es, según el DRAE, un 'discípulo,
respecto de su maestro, de la materia que está aprendiendo o de la escuela,
colegio o universidad donde estudia', es decir, que en el término alumno está implícita la relación respecto de
quien le enseña.[8]
En esta búsqueda de mejorar la enseñanza de
las escuelas secundarias rurales, será vital continuar reflexionando tantos
aspectos como se pueda para lograr impactar en la educación. Avanzar hacia una
secundaria de estudiantes será clave para ello.
[1] http://definicion.de/estudiante/
[2] http://www.delcastellano.com/2014/04/12/etimologia-estudiante-alumno/
[3] http://www.delcastellano.com/2014/04/12/etimologia-estudiante-alumno/
[4] http://www.delcastellano.com/2014/04/12/etimologia-estudiante-alumno/
[6] http://educacion.laguia2000.com/general/diferencia-entre-estudiante-y-alumno
[7] http://educacion.laguia2000.com/general/diferencia-entre-estudiante-y-alumno
[8] http://www.fundeu.es/consulta/estudiante-y-alumno-1376/
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